Mi pregunta es: ¿Y qué hacemos?
El artículo escrito y firmado por la periodista Ana Carbajosa, recoge principalmente
comentarios de científicos que después de sus investigaciones sobre el impacto
de la digitalización en la lectura, han llegado a la conclusión que las
personas han perdido el hábito de la concentración.
Es decir, la
lectura rápida que hacemos numerosas veces al día con el móvil, con las redes
sociales, con las tablets, etc, hacen que nuestra lectura sea rápida,
superficial y salte de una información a otra. En otras palabras dichas por
Maryanne Wolf, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Tufts " Temo que la lectura digital esté
cortocircuitando nuestro cerebro hasta el punto de dificultar la lectura
profunda, crítica y analítica".
Un centenar
de expertos se han unido en una plataforma para estudiar los efectos de la
digitalización en los distintos tipos de lecturas. Afirman que el cerebro ha
perdido la capacidad de concentración, las personas casi han perdido la
costumbre de leer largo y profundo por una lectura interrumpida - los jóvenes lo
hacen unas veinte veces en una hora- y en zigzag.
Sin embargo,
Ladislao Salmerón de la Universidad de Valencia y experto en hipervínculos, asegura
que es muy difícil establecer una causalidad unívoca entre los hábitos de
lectura digital y la concentración o la impaciencia.
Una de las ventajas
de la lectura-no lineal, es la posibilidad de organizar la información según la
necesidad del usuario, por contra la dificultad de adaptación a la sobrecarga
de información puede provocar en el lector un desbordamiento cognitivo.
El dilema de
¿texto impreso? o ¿texto digital?, sigue siendo una fuente de inagotables
investigaciones.
Àngels,
ResponderEliminarTrobo molt interessant la intuïció de la qual parteix aquesta neurocientífica. Sobretot quan diu “...hasta el punto de dificultar la lectura profunda, crítica y analítica” perquè de confirmar-se, resulta un tema francament preocupant.
Enhorabona,
Rosa Bassas
http://rosabassas.blogspot.com.es/