Me acuerdo perfectamente cuando en el año 1980 empecé a trabajar en una casa de alquiler de coches. Cuando me habitué al cubículo que me habían asignado como despacho, me di cuenta de que en un rincón había algo tapado debajo de un montón de papeles. Mi sorpresa fue descubrir que era un ordenador ¿funcionaria? ¿me lo dejarían usar?. Yo no tenía ni idea de cómo funcionaba, pero si estaba segura de la interacción que surgiría entre nosotros.
Al encenderlo la pantalla era totalmente negra y arriba en la esquina de la izquierda aparecía un rectangulito de color blanco ¿y ahora qué? ¿cómo sigo? me pregunte, total que haciendo uso de la osadía de los veinte años me apunte rápidamente a un curso de MS-DOS donde me enseñaron a utilizar el editor de textos "Edlin".
Toda contenta y por iniciativa propia empecé a hacer las facturas de la empresa con el rudimentario Edlin. Las facturas salían hechas un primor, bien alienadas, sin borrones, etc.
Yo estaba encantada con mi ordenador y mi jefe con sus "nuevas" facturas, hasta que llegó el contable y me cerro el ordenador porque según sus palabras " era un juguete para que las chicas monas no trabajaran" y ahí acabo mi historia en ese trabajo.
HISTORIA
Vaya história y vaya con el contable. Él no debía ser ni muy mono ni muy listo, al menos en visión de futuro
ResponderEliminarera de la vieja escuela, incluso llevaba manguitos, todo un personaje era un tecnófobo en potencia
ResponderEliminarÀngels, me parece interesante todo lo que dices. Estoy bastante de acuerdo contigo, y yo diría que, como tú, también soy HIPERTEXTUAL. Para mi Internet es un gran avance ya que me permite gestionar mi cotidianidad de manera ágil, Pero creo que todo no es tan positivo como puede parecer. Hablemos de la ciberadicción, sobretodo en los adolescente y los jóvenes que pasan tanto tiempo en su mundo virtual y se olvidan de lo enriquecedor que puede ser el "cuerpo a cuerpo". Esto no es ajeno al mundo de los adultos: ¿cuánto tiempo perdemos mirando tonterías en las social media? o acaso, ¿no te molesta cuando quedas con los amigos para cenar o una reunión y más de la mitad de ellos están pendientes de sus dispositivos en vez de en la conversación? ¿no se quejan las empresas del tiempo que pierden sus empleados chateando en vez de estar trabajando? o ¿es que podemos estar en varios temas a la vez?. Creo que como adultos tendríamos que usar las tecnologías de manera más responsable y enseñar a nuestros hijos a que imiten estos comportamientos. ¿Estás de acuerdo?
ResponderEliminarEn relación a tu adorado Edlin, yo te diré que cuando empecé a trabajar, todo el departamento compartíamos un ordenador. Lo teníamos sólo para las cosas "importantes" y lo utilizábamos según unos criterios de prioridad que nos habíamos marcado nosotros mismos. Añoro aquellas discusiones de "me toca a mi porque tengo que hacer un trabajo más importante que el tuyo....". Cuando la empresa nos puso el correo electrónico casi lloro de felicidad pensando en el tiempo que me ahorraría con el inefable fax, pero ¿compartirían mi felicidad los conserjes y las empresas de mensajería?
ResponderEliminarEn fin, que por lo que publicas y por mi experiencia, creo que ya tenemos una edad :-)
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